Siete colinas
Querido Max, Oficialmente, ya es invierno. Mi estación favorita del año. Aunque he luchado por hacer oídos sordos a mis clamores internos, finalmente he decidido respirar hondo, tomar un cachito de tranquilizante, pausar los podcasts y subirle el volúmen de la música. A las letras que alimentan por cucharitas mi corazón; llenar la tempestad de mi insconciente con la calma que me proporciona tu recuerdo conjurado por las melodías; dejándome envolver por tus memorias, el recuerdo del sonido seco de tus pasos en el piso pulido, de tu olor a masa dulce y fresca... llenar mis recovecos de tu paz para aplacar mis tormentas. Ignorar la perspectiva del dolor que me provoca cada inhalación al pensar en otra noche plagada de sueños surrealistas; otra madrugada sin descanso. Hacer una pausa para aplacar la vorágine de pensamientos que no me dan tregua, que hacen tentadora la idea de entregarme al vacío desde la tranquila terraza de mi piso... pero, ¿quién se haría cargo de mis ga...