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26/07

Querido mío:


Jamás como en los últimos días he deseado que cruces el muro invisible del perímetro de mi fantasía y habites en mi realidad para estrecharme fuerte, muy fuerte... y me dijeras que no tengo por qué preocuparme. 
Que estoy a salvo, que no importa cuántas puertas me sean esquivas, finalmente todo estará bien.

El momento está cada vez más cerca y yo me siento como en un limbo de desilusión, un mar de sabores agridulces. Una montaña rusa que sube y baja de forma tan violenta, que me llena de adrenalina en un minuto y al siguiente me sumerge en la más aterradora aflicción. Me posee en el deseo de reír a carcajadas y después el de llorar a gritos. 
Sacar de cualquier modo la angustia que me atormenta sin medida.

Estoy tan cansada… y muy asustada.

Dentro de poco dejarás de ser solo mío para convertirte —quizá— en el sueño de alguien más —muchos más—. Vas a dejar de ser exclusividad de mi universo oscuro para salir al mundo; e inevitablemente, contigo, saldrá también una parte de mí (porque tú eres una parte de mí). Y ¿sabes? no estoy segura de que me agrade esa nueva posición. El sentir mi alma desnuda ante más de un desconocido.

Meses atrás, con la eufórica ilusión de ver una meta cumplida (cuando esto todavía me parecía una buena idea) no creí que me sentiría así. Pensé que sería maravilloso sacarte a la luz, que merecías vivir en la cabeza de alguien menos atormentado que este humano cuyo corazón te pertenece para siempre; pero ahora (aunque sea muy tarde para echarse para atrás) ya no estoy tan segura… solo quiero cerrar mis ojos, abrirlos cuando haya llegado el día tan temido y terminar con esto de una vez para volver a respirar con calma, y sentir que puedo guardarte en la soledad de mis pensamientos una vez más.

Mi querido personaje… el día está muy cerca. Y deseo que todo vaya bien pero, sobre todo, que terminada la jornada —y toda su locura— siga encontrando en ti un refugio en el que pueda descansar. 
La manera más eficaz de escapar de mi realidad.


Incondicionalmente tuya,
Tu creadora.
(algo más agobiada que la última vez)