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Cuando los sentimientos superan las palabras...



Si mi habilidad con el pincel fluyera tan fácil como las palabras en mis labios, entonces me sería más sencillo explicar los sentimientos que por momentos rebasan mi corazón, superan a mis letras y terminan pareciendo insuficientes para desahogar mi alma en su totalidad.

Como no tengo el don del dibujo para consolar mi inspiración, dejaré a las palabras hacer su trabajo ésta vez...


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Tú, razón de mi delirio, objeto de mis tormentos... ¡ven y sálvame!
Rescátame de ésta realidad insípida o arráncame el corazón.

(Total… mi corazón es tuyo)

Llévame contigo que estoy irrevocablemente arruinada para el mundo real. 
Llévame a la utopía del universo en el que habitas, 
aquel paraíso compartido concebido en mi imaginación,
creado con pasión, 
grabado a sangre y fuego en mi corazón.

Parte de mi alma, 
dime como he de encontrarte en la confusión de cada día.
Encarna en la Tierra, 
vuélvete de carne y hueso y crúzate en mi camino.
Deja de ser una sombra más en los laberintos de mi vida.


Conviértete en la fuente real de mi felicidad.