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Miscelánea

Encontré una carpeta curiosa mientras buscaba un archivo en mi USB.

¡¡Versos!!

¡De hace mil años!…algunos cortos, otros sin terminar… pero todos testimoniando trocitos de mi vida.  Plasmando para siempre instantes de mi sentir.
Es interesante leerlos ahora, y no saber a ciencia cierta a qué (o a quién) hacían referencia. Que me cuenten la historia de un pasado del que no guardo total recuerdo.

Y eso es bueno.

Me demuestra que he cambiado… en su mayoría para bien.



Así que, sin más que agregar, te presento con placer (a ti que me lees) mi pequeña miscelánea.
Un pequeño retazo de mi vida.





**********


Verso  I


Me estas provocando una herida…quizás sin saberlo.
Me has enamorado, y quizás no lo sabes..
¿Cómo puedes saberlo tú?, yo misma no lo se…
Solo entiendo que he llegado a de sentir tu dolor como mío,
Y mi instinto de protección ha despertado, frenético, y no quiere para ti el dolor que ahora siento yo.

Me has enamorado, no hay duda, ahora todo es tan claro.
Lo sé por la inquietud en mi alma al sentir tu presencia cerca.


09/10


A veces solo quiero sentarme y respirar mi soledad. 
Y por momentos te recuerdo y te añora mi soledad. 
Y mi soledad te quiere respirar. 

Por momentos solo quiero ser libre. 
Mas mi memoria evoca esas noches en que anduviste por mis sueños
Y quiero mis alas atadas ti. 
Y te quiero… y no quiero dejarte ir.

A veces te extraño, y a veces eres sentimiento superado. 
Pero casi siempre te quiero, 
Y quiero volver a ti. 

A veces solo te quiero. 
Otras tantas eres solo un recuerdo.



18/07


Tan pronto como llegó a mis oídos,
sentí ese dolor que produce la angustia en el corazón.
Hasta mis ojos siguen reaccionando ante su sonido dulce
Y agudo como punzada inesperada,
¿Por qué duele aun?.. ¿Por qué?.
Creía que había sonado.
Como tantas veces, me he equivocado.



Mar


El mar se ve gris,
Frío y lejano como el invierno.
Tranquilo y despejado…
Hermoso en el esplendor de su soledad…
En el mismo estado de calma aparente en que se mueve mi corazón.



Mañana


La mañana ha empezado fresca… suave,
Pero a partir de este preciso instante mi alma ha dejado de ser sensible a esa belleza
Mis sentidos solo quieren llover…



28/05


¿Quieres saber si has calado en mí?
Basta con que leas mis líneas.
Ven. Contempla tus huellas en mi día a día,
Camina conmigo… sé parte de mi vida.



Semejanza


A veces te odio y a veces siento pena por ti.
Aunque sé que no es correcto sentir pena,
Si doy un paseo por tus líneas,
puedo sentir tu dolor (¿dolor?).
No sé si esto se trata de un corazón roto,
O de orgullo sometido… y herido.
¿Ha de hablar el tiempo esta vez?
Sospecho que sí…
Los vértices que alinean nuestros cuerpos,
Se hacen perfectos cada vez mas,
Cada día mas.


El secreto de mi corazón

Mi querido personaje,


Con los brazos en alto como prueba de mi rendición he de confesarte el secreto de mi corazón.

Que, llevando mi pasión por ti y tu historia a límites insospechados, me aventuré a emprender la que hoy se ha convertido en mi más lograda realidad: mi primera novela.

Todo comenzó como jugando… sin razón aparente, como una especie de aliciente, de distracción.

Sin embargo, conforme pasaban los días y yo entretejía con hilos de mi fantasía y una pizca de realidad un episodio más más sentía que perdía el control. Mientras mis dedos deambulaban poseídos sobre la superficie de las teclas del ordenador, mi mente iba creando un mundo paralelo para los dos: para tu yo de 34 años y la faceta de mí más bonita que se me hubiera ocurrido jamás: mi “yo” idealizado.

Finalmente se me escapó de las manos.

¡Fue una locura! llegó el instante en el que pasaste de un ser inanimado creado por mi pluma delirante, a palpable existencia de mi día a día mucho más de mis noches-—. Y estuviste presente… siempre presente.
A la vuelta de la esquina, de camino a mi casa; torturando a mis secos ojos estragados por la hipermetropía y el estrabismo, en el transporte público, mientras corregía de nuevo el texto mil veces corregido y mucho más aun cuando el cansancio le ganaba la batalla a mis párpados pesados.

De casa al trabajo,
del trabajo al flamenco,
del flamenco a mi casa y del trabajo hacia el Centro,
del Centro a casa.
De casa a cualquier lugar…
Fuiste mío, o más bien mío de mi “yo” imaginario.

Te volviste el paraíso individual en el que podía recrearme en instantes de desolación.

Desde entonces te he amado (aunque seguramente mi novio esté sufriendo un metafórico ataque cardíaco en éste mismo instante), te he amado con mis letras, con cada corrección.

Te amé cuando dejaste de ser un secreto.

Cuando saqué a la luz el producto de mi imaginación (el día que con vergüenza confesé que tenía un manuscrito, cuando me atreví a enviárselo a una de mis amigas para que me diera su opinión).
En el momento en el que, después de meses de incertidumbre, descubrí con emoción aterradoramente salvaje que mi manuscrito le interesaba a más de una editorial.
Más aún en la distante noche de setiembre, cuando sentada en la oficina editorial atestada de libros, mis manos temblorosas y mi corazón a punto de salírseme del pecho imprimían la firma que sellaba el acuerdo entre ellos y yo para mi primera publicación (¡nuestra publicación!).

Te amé con toda la fuerza de mis letras florecientes,
de mi alma de escritora novata,
de los tormentos y dolores que me producía mi propia imaginación.

Te amé con todo el corazón.
Y aunque tu presencia se haya adormecido junto con mi perezoso genio literario a semejanza del invierno que le pasa la posta a esta insípida primavera limeña sigue en mi mente la firme resolución de continuar con la retahíla,…  seguir hasta el final con la historia.
Y convertirla en una especie de homenaje a ti y a mi prosa descubierta.


Me confieso ante ti.

Y confieso con vergüenza mi pasión en una carta que nunca leerás.
Aunque nuestro mundo sea imaginario.
Aunque no me sea posible convertirnos en un best seller.
aunque tú hayas pasado hace mucho los 34 años y yo los 24 sin pisar Londres ni el Támesis con las botas llenas de barro.
Aunque sean mis letras (y mis sentimientos) solo papeles para la posteridad.



Siempre tuya,

Tu creadora.
(* la escritora naciente, perdidamente enamorada de su propia creación)







Me he quedado solo...

Recordar tiene sus pro y sus contras.

En mi caso, me ha hecho ver que, a pesar del río de lágrimas que me acompañó en los últimos años, he tenido momentos bonitos. He conocido a personas geniales... he crecido con ellos y he aprendido de más.
No he tenido una vida social memorable, pero en su momento he sido feliz.

Sin embargo, ¿qué me queda ahora de todo éso?... solo recuerdos.

El tiempo ha pasado, éstos últimos meses han sido como un renacer o despertar de un largo sueño. Como haber regresado a la Tierra después de muchos años y ver con sorpresa lo mucho que las cosas han cambiado: el orden en el que solían estar las cosas: las calles, las personas... lo que solía preocuparme antes y ahora significa menos que nada.

O como los amigos que se perdieron con los recuerdos que no consigo recordar en algún lugar a lo largo de la línea de mi vida. No ha sido intempestivo, sino más bien progresivo... y finalmente, me he quedado, como una paria, sola con todos los pensamientos, y cosas, y logros, y miedos, y opiniones que moriría por expresar.

Al preguntarme si aquello es bueno o no tan bueno no se que responder.

Pero tengo miles de sueños en la puerta para ser cumplidos y miles de buenas ideas que le han dado algo más de sentido al caótico embrollo que solía (y suele ser a veces) mi vida, pero  no tengo con quien compartirlos. Los amigos se fueron... se quedaron en el camino. En alguna de las infinitas puertas del larguísimo pasadizo del tiempo. Se enfriaron los afectos, se esfumaron las promesas... por culpa mía, y por culpa de todos ellos (hay que asumir la responsabilidad en partes iguales).
(¿Será que el tiempo actuó como una especie de papel de filtro?)

Ahora solo tengo libros.
Un novio,
pensamientos obsesivos y extraños que me han arrastrado a escribir un libro (y su posterior continuación);
un cierto grado de tranquilidad,
algo de estabilidad emocional...
Motivos para luchar,
muchos proyectos que concretar.
Y soledad. Mucha, mucha soledad.

Y aunque todo lo anteriormente mencionado no baste para acabar con mi ostracismo, al menos me encuentro mejor; y por más que el tiempo pase y el mundo cambie, prefiero no hacer más amigos en ningún nuevo contexto, no por ahora y hasta nuevo aviso.
No quiero más de ése sentimiento de desamparo, de ése vacío que se siente al quedarse solo después de haber querido tanto.



(* y una canción para endulzar a los recuerdos)



Recuerdos del alma...

Suele pasar a veces. Se te da por revisar Facebook... terminas viendo fotos y fotos de mucho tiempo atrás, y encuentras a personas que conociste alguna vez y de las que ya no tienes ni idea. Y visitas sus perfiles haber qué de sus vidas... y encuentras fotos, más fotos... y te encuentras en alguna por allí. Y caes en la cuenta de lo increíble del tiempo y sus vueltas... como todo va pasando. Como, con los años... te vas volviendo (en la mayoría de los casos) una persona diferente a la que solías ser.

Personalmente (y exceptuando pequeñísimos detalles) me gusta lo mucho que he cambiado. Me gusta lo que soy en comparación a lo que fui.. a mi yo de hace 3, 5, 10 años... digo 10 años por que, fue ésa cantidad de tiempo atrás en la que sentí que realmente tomaba conciencia de mi existencia.

Me queda la satisfacción que, aunque aun me queda muchísimo por caminar, muchísimo por cambiar física y emocionalmente, ya he recorrido buena parte del camino. Hay días (como hasta ayer... incluso ahora) en que siento que todo se estanca; que ya no puedo más y que me siento morir. Pero... como he escuchado y leído en miles de lugares;  a los momentos de tormenta siempre les llega la paz; aunque sólo sea para tomar aliento y volver a alborotarlo todo..., siempre le llegan sus momentos de corta tregua.
Y es en ésos momentos en los que hay que aprovechar para cerrar los ojos, respirar hondo y seguir caminando.


 Caminante son tus huellas el camino y nada más;
Caminante, no hay camino se hace camino al andar.



Ése sentimiento desolador...


Estoy aquí, en medio de la realidad de mi día a día, y en lo único que puedo pensar es en mi corazón sobrecogido por ése extraño pero dulce dolor que me lleva acompañando ya hace muchos días.
¿Qué es lo que ha sucedido conmigo?.. ¿Cuál es la pasión que gobierna a mi buen juicio y no lo quiere soltar?
Quizá por la pena, por depresión, o por la opresión de mi mundo y las responsabilidades que cargo a cuestas… vivo soñando con una vida que no es mía, un tiempo lejano al que he le arrebatado preciosos momentos robados y personajes inexistentes en ésta vida o en las anteriores…. Y estoy triste. Y siento la angustia de mis momentos de lucidez en que mi yo interno me grita casi hasta quedar sin voz… “No es real!... regresa a la vida. Lo tienes que aceptar…”
Pero yo no puedo aceptarlo, no por lo menos ahora… en éstos instantes en que es lo único que me mantiene prendida a la realidad.  Suspendida en el espacio muerto de lo real y lo irreal.
Me siento viva aunque el dolor en mi pecho no cese. Y mis ojos duelan ante la amenaza de las lágrimas… 

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Me propuse empezar con éste post cuando sintiera que mis emociones se encontraban lo suficientemente reposadas para no caer en el fanatismo, o en demostraciones de admiración exageradas. Pero luego, meditándolo mejor me dije: "Pero si es que yo soy así? " ¿Por qué he de reprimirme si podría expresar mis emociones a flor de piel. Total... ésa es la función de éste espacio... desde el lejano día en que decidí crearlo, y escribir por primera vez, me prometí que aunque nadie lo supiera, aunque nadie lo leyera, sería eso lo que haría.

Y por que he querido ser fiel a mis propias convicciones es que decidí agregar ése fragmento del principio... surgido en el mismo momento en que la tormenta en mi interior alcanzaba su punto máximo. ...y aun ahora, encontrándome en el episodio de "post tormenta", siento que no puedo deshacerme del todo de ésos sentimientos así de perturbadores.

Debo admitir que mi corazón esta triste? Si. Lo admito... mi corazón esta triste. Toda yo estoy triste.
Y sigo sin saber cómo es que voy a enfrentar todos esos sentimientos extraños que un día me atraparon por sorpresa... no sé que haré. Pero tengo la esperanza que el paso incansable de los días me ayudarán encontrarla.

¿De qué demonios estoy hablando...?
Ésa sera materia para otro post. Por éste día ya he tenido suficiente...





Ésos días de tormenta...


Ésta mañana las palabras no tienen orden ni concierto ni en mi cabeza, ni en éste post.

Solo he decidido sentarme y escribir... después de caer en la cuenta, luego de días y días no tan felices, de que escribir es una de las cosas que de algún modo misterioso consiguen devolverme la calma.
Necesito aplacar ésta tribulación en mi interior, por que me estoy ahogando (sí, me estoy ahogando) y no sé como volver a respirar.

Es uno de ésos días en los que he tomado plena conciencia del punto en el que estoy, y del papel insignificante que juego para el mundo. Veo la vida desmoronándose a mi alrededor, y por más grandes que son mis deseos, es poco lo que puedo hacer para darle una variación, un rumbo que pueda llevarnos a todos por un camino más llano, donde haya menos dolor... donde vivir sea mejor.

¿Cómo puedo cambiar éso? que he de hacer para hacer algo mejor... para trascender, para ser más que solo un espectador impotente ante el caleidoscopio de imágenes horrorosas que nos presentan las noticias cada día. ¿Qué hemos de hacer? ... hay alguien... ¿alguien por ahí que sienta como yo y quiera hacer algo también?
Me paso los días pensando y no encuentro la respuesta.

¿De verdad el mundo está así de mal?
¿En qué momento llegamos a ésto?

No todo es horror, no todo es maldad... lo sé. Pero ése ya no es argumento suficiente para mi.

Necesito más para sentir que realmente no estamos perdidos. Necesito hacer más por todos para saber que existo para algo más que solo vivir para mi, para los míos.

Necesito ser madre suficiente para acoger a todos los niños destrozados, abandonados... violados y torturados por las personas que deberían amarlos.

Necesito ser magnate para desperdigar dinero por todos los rincones, para sanar enfermos y dar un respiro a los hogares preocupados por qué habrá de comer mañana.
Para alimentar tantas bocas hambrientas, tantos vientres pequeños e inflados de desnutrición... para dar calidad de vida a todas las vidas.

Necesito ser orador para dar esperanza... para convencer con palabras, para impulsar a la acción. Para rogarle al que al que sufre que ya no sufra, para hacerle saber que se puede vivir y no sobrevivir.
Para decirle al pobre que no se conforme con su suerte, para convencer al ladrón, al corrupto, al desalmado... que si no se cambia terminaremos en la ruina.

Necesito hacer más que solo estar aquí, sentada frente al ordenador; más que sólo éste post, más que solo este blog...
Necesito más que solo escuchar que "todo estará mejor".
Necesito ver que realmente será mejor.

Necesito más que solo creer que puedo hacer algo por cambiar el mundo.
Necesito cambiar el mundo.
Cambiarlo a gran escala... aunque aún no se cómo.

Espero encontrar la respuesta muy pronto.


Blanco y negro


Las cosas más felices y más tristes de mi vida las he concebido en arrebatos de locura.
Sin importar la sangre, las lágrimas o el precio. He vivido siempre al borde de lo extremo.
Me pregunto si por eso es aquí donde me encuentro.
En este punto e instante: un espacio intermedio entre el cielo y el infierno de mis tormentos.

Un espacio de insomnio… donde el sueño es el privilegio divino de algunos elegidos.
De ganas constantes y ansiedades sangrantes.
Donde duele el oído, y el cerebro… donde cuesta vivir.
Y hasta respirar es un privilegio.

Me pregunto si es aquí donde me encuentro el espacio al que le llaman Infierno.
Donde la concentración es utopía, y los dedos se adormecen.
Donde siempre tengo hambre, y mis miedos no dejan de trabajar.
Donde habitan las migrañas, y los dolores de vientre;
Donde sangra la vagina, los dedos, la nariz.
Donde crecen los tumores; donde asesinan a cuchillo la energía y el vivir.
Donde los nervios tensos como cuero de tambor, encuentran en el destrozo la única opción de liberación.
Donde nunca puedo descansar... donde siempre hay algo por qué llorar.

Me pregunto si algún día podre salir de aquí, y alcanzar -por lo menos- con las yemas de mis dedos la cima del cielo… 



Borrador

Si pudiera pedirle un deseo a un ser superior, sea cual sea de quien se trate; algo que prometiera felicidad y me permitiera cambiar mi vida. Le pediría un borrador.


¿Un borrador, de ésos que borran el lápiz/carboncillo/lapicero del papel?. De ésos... pero uno que borre cosas de verdad.

Me gustaría borrar la basura de mi ciudad, a los ladrones de las esquinas y los "borrachitos" malcriados.
A los enfermos que me gritan obscenidades cuando camino por la calle.

Me gustaría borrar la política, y a los políticos en general.
También a la gente que habla de política..
Todo es pura basura, y nadie entiende que hablar y hablar y tirar barro al trabajo de otro no te engrandece ante nadie ni te hace mejor. Solo empobrece y desacredita aun más.

Me gustaría borrar los errores de mi vida.
Las escapadas de clase en la universidad, los amigos falsos... los traidores de diferentes tiempos y espacios. Los que dejaron huellas de recuerdos tristes en mi vida.
Las facetas odiosas de mi hermana.
Las facetas odiosas de mi.
Los momentos de ira y deseos de autodestrucción sin control.
Me gustaría borrarme -a veces- a mí.

Me gustaría borrar a todos mis ex.
Las falsas promesas y las "mentiras" necesarias.
Y a la ex novia de mi novio; que no se por cuanto tiempo sera mi novio.

A la ex novia de mi novio y a todos los odiosos parecidos que tiene conmigo.
A la ex novia de mi novio  y a todos sus amigos aduladores
(que se vayan todos a algún lugar como que... lejos del sistema planetario).
A la ex novia de mi novio, a todos sus amigos aduladores y a los que hacen que me vida siga siendo un caleidoscopio de recuerdos ajenos e imágenes de novela de terror.

Quisiera borrar mi angustia. La taquicardia de éste doloroso momento.
Quisiera borrar las lágrimas ocultas en algún espacio de mi cuerpo.
La podredumbre de su mundo en mi alma.
Me gustaría borrar la vida entera...

Mejor los instantes de la vida que no me han hecho feliz.

Y si es posible... quisiera una pluma de tinta tornasol para pintarme un boleto de avión y salir de aquí. Huir de los demonios de vidas ajenas y volar lejos.... lejos!
donde el aire es perfume y todo es puestas de Sol.

Mas como no existe ése ser superior, o si existe... es un privilegio que me ha sido negado; solo me queda seguir caminando.... y escribiendo.
Escribir como consuelo y como aliciente de mi corazón.
Maldita bendición.


Soñar es gratis.