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Enjaulada



Soy presa de ése mundo tuyo al que no me puedo acostumbrar. 

Enjaulada.

Anhelo normalidad. 
Ser dos extraños felices en la multitud;
Dulce anonimato. 
Sin pensar en el mañana,
Sin horarios, restricciones… 
Sin tu sed de popularidad.

Estoy enjaulada en ése mundo ilusorio en el que tú eres el dios. 
Presa. 
Agobiada. 
Deforme. 
El alma acongojada.

Y entonces me pregunto qué me ata, 
que fuerza misteriosa me mantiene arraigada a este suelo artificial… 
ésta jaula de oro a la que entre a voluntad desde aquel lejano día.

Y recuerdo que te amo… y que en momentos,
Por capricho, por azar
El amor, como grande, termina siendo injusto. 



Cumpleaños...

A veces me gustaría que todos los días fueran mi cumpleaños… para sentir el cariño de la gente, para que al menos se acuerden que, en la inmensidad del mundo, existe una persona con el nombre de una flor.

Y me deseen felicidad, aunque a veces sea superficial…
me gustaría que todos los días fueran mi cumpleaños para recibir muchos abrazos, y mimos… para permitirme el capricho de engreírme a mí misma al menos una vez… y comer todos los dulces que quiera sin sentir pena de cómo me veré después.

Me gustaría que todos los días fuesen mi cumpleaños… para recibir chocolates siempre,
para saber que el mundo me ama.

Que tengo una nueva oportunidad, un día más… para recordarme siempre que solo puedo agregar un número más a mi edad una vez en 365 días.
Y que eso ya significa algo especial.

Ojala todos los días fueran de cumpleaños… Cumpleaños feliz.

=)






'Bendita' era digital.....!!!!

En las calles, en algún parque, frente al mar; en el transporte público. A  cortas o grandes distancias… veo tanta gente ensimismada y pienso… ¿en que momento nos hemos deshumanizado? 
En que momento dejamos de admirar la belleza de afuera, el valor de una conversación frente a frente, con una taza de café… en un lugar tranquilo.

¿En qué momento reemplazamos lo asombroso del mundo exterior para meternos en el pequeño universo de la pantalla de un celular?

Me pregunto cómo sería si nuestros antepasados pudieran visitar nuestra era… si vieran nuestra forma de vida... ¿Sería éste un mundo en el que les gustaría vivir? No sé tú, pero yo sin dudarlo me daría media vuelta, y regresaría por donde vine.

Quizá suene extraño, pero éste mundo de “nativos digitales” no me gusta. De gente que vive sus días en torno a una máquina, un celular… del que dirán o no dirán por las redes sociales… es un mundo que definitivamente me gustaría reemplazar.

Haciéndole justicia diré que no todo es malo. Sin embargo creo que  tanta tecnología termina por escapársenos de las manos… ¡Hay vida más allá de tu celular! Con la Internet y todas sus redes no se termina todo. Hay mucho por ver, por caminar… por hablar, personas allá afuera por conocer.

Los celulares nos simplifican la vida, podemos tener mucha información que no imaginamos antes al alcance de la mano… y en el extremo más sencillo hasta te sirve para leer. Pero se puede vivir sin todo eso también… quizá costaría un poco, pero… no sería muy descabellado.

Para mi funcionaría.


¿Para ti?







Amigos...?


Existen los amigos “cotidianos”, los que inevitablemente  se colaron una vez  en algún trozo de tu vida. Aquí calzan perfectamente los ‘amigos’ de trabajo, universidad, escuela, etc. 

Los amigos “fugaces” son los que alguna vez fueron cotidianos, ésos que te llevas contigo cuando terminas una etapa y empiezas otra. A veces los ves, a veces no… tienen la capacidad de esfumarse de tu vida a la velocidad de un parpadeo;…y se pierden en la inmensidad del cielo. 

Existen los amigos que en realidad nunca fueron tus amigos; y pareciera que llevaran consigo la innata incapacidad para ser tus amigos: Llegaron a tu vida por un objetivo concreto, quizá un favor, un interés… un deseo más bien amoroso disfrazado de amistad, y una vez agotada toda esperanza, desaparecen sin más. Aunque algunos a paso lento, otros a paso rápido. 

… y muy lejos de los anteriores, se encuentran los amigos eternos, casi hermanos… raros como diamantes rosas; ésos que una vez descubiertos no quieres perder jamás. Y aunque el tiempo pase y la vida de miles y miles de giros, siempre los encuentras al doblar la esquina. Quizá no cuando la necesidad apremia, pero… ahí están. 


Hay días en que creo que he sido bendecida con los mejores amigos y hay otros en que siento que no tengo nada… que todos fueron como estrellas fugaces en la constelación de mi vida…  cuántos de ellos han quedado? ¿cuántos de ellos he conservado?…¿cuántos de ellos me han conservado al menos en su memoria?

¿Por cuántos de ellos existió cariño genuino?

 … y entonces viene la soledad, y la desolación se planta en mi puerta. Y no se va. 


Y vuelve la amarga certeza de que, de distintas maneras, estamos solos. Con gente o sin gente alrededor, pero siempre lo estamos. Como dijo un poeta alguna vez  Uno siempre está solo, pero a veces está más solo.

Y no te queda mas nada que tu mismo... 


Después de un año...

Descubro que ha pasado un año desde que el poema “Expectorar” salió en letras sangrantes desde el fondo de mi corazón.

Ha pasado un año desde que conocí a ese chico puso de cabeza toda mi vida en tan solo nueve días. Que me saco del hoyo de un amor humillante, doloroso, tóxico y no correspondido…  Nueve días.

Pasó como un suspiro...  como los suspiros que solía arrancarle a mi pecho; pero gane tanto en tan poco tiempo. Ahora veo hacia atrás… hacia el recuerdo de esos días y del posterior dolor por su partida; leo las páginas de hace un año y no puedo evitar pensar en lo relativo que puede ser el tiempo.

Un día amas con locura, un día lloras… meses sufres, te angustias, te quieres sacar el corazón para no sentir esa maldita pena… crees que la intensidad de tu dolor será para siempre… que no podrás volver a empezar. Que nunca volverás a amar. Que después de él ya no hay nada, que la vida no vale nada… y pasan los días por que pasan, y vives sin vivir.

… y así, sin darte cuenta va descendiendo la resignación. Y un día escarbas en tu viejo dolor (al que crees que ya te has acostumbrado) y ves de que ya ni siquiera duele, que puedes recordar y pensar en él, y hablarle… y mantener una charla sin que sientas una sensación de vacío después.

Y te enamoras de nuevo… y vives de nuevo, y sufres de nuevo. Pero esta vez el objeto de tus sentimientos tiene un rostro, y un nombre… y un cuerpo distinto. Y si estás desesperado puedes contárselo, puedes pedir su opinión. Puedes preguntarle por su novia, puedes hablarle del tuyo. Hasta la idea de salir y tomar un café ya no te parece tan descabellada.
Y ves claro que recién pasado un año, has encontrado en él al amigo que esperabas tener en un principio, antes incluso que supieras que te habías enamorado.

Y confirmas, y reafirmas por enésima vez que se ha terminado.  

Que las heridas cicatrizan.
Que no siempre las personas que dejaste de amar no se quedan en tu vida.
Que los dolores, por más sofocantes y desgarradores que se sientan en un principio, también se acaban.
Que el tiempo si puede curar…

Y si cura sentimientos tan fuertes como ése. Entonces tiene el poder de aplacar todo lo demás. 





Días...





Hay días buenos,
Hay días malos,
Hay días de energía constante o tedio interminable.
Hay días de estrés, 
Días de amor… días de café.
Días en que te sientes hermosa,
Días en que eres hermosa. 
Hay días largos, y días cortos. 
Días bonitos, días feos. 
Días felices…. Días tristes. 
Días que nunca deberían terminar.
Días que nunca debieran haberse concebido. 
Días con el alma al borde mismo del desamparo.
Días y días, 
Días como éste. 
Días como los de ayer… días por siempre. 

Lo malo de ser quien soy...

Lo malo de ser quien soy… es mi destino irremediable a una vida en soledad.
Que llevo mis pasiones escritas en un lenguaje indescifrable.
Que amo la vida a través de los libros,
Que mi alma vuela junto a lo que concibió el escritor.
Que se bifurca mi fantasía y mi realidad
Que mi mundo se vuelve irreal.

Lo malo de ser quien soy, es mi vida que se detuvo en algún viejo reloj.
Mi corazón palpitando al ritmo de una vieja canción.
Una melodía barroca, una música sacra.
Un pasado muerto,
Un siglo ajeno que siento como mío, aunque nunca fue mío.

Lo malo de ser quien soy es mi forma de pensar,
Y de amar, y de ser…
Que deja perturbado a cuanto aventurero osado se asomó a mi corazón.
Y se siente intimidado ante tremenda visión:
Una criatura extraña,
Fuera de época.
Una muñeca vieja de pasiones intensas, de pensamiento viejo…. De amor por lo viejo.

Lo malo de ser quien soy, es que me deja vacía…
El alma desmigajada…
Sin nada que esperar,
Sin nadie a quien amar…
Solo yo y mi soledad;
y mis libros, mis grabados, mi pasión por el pasado.










Ben Hered para el mundo: Es tiempo de difundir las Memorias...

Querido lector, lectora. A ti que me lees.

Ha pasado mucho, mucho tiempo desde la creación de éste blog (casi casi tres años..) y de mi deseo de difundir las Memorias de Rafael Ben Hered, que por diferentes circunstancias y acontecimientos dejé pasar.
En el transcurso de los últimos años he recibido mails de muchas personas, diciéndome lo complicado que se les hacía leer en línea usando el Script, la plataforma que escogí para darlo a conocer y que finalmente termino llevando mi propósito a un cierto fracaso.

Sin embargo, aquí estoy nuevamente. Yo y mi propósito mas fuerte que nunca.


¿Deseas aun recorrer, de la mano de Ben Hered, el recorrido por la vieja Jerusalén de ese extraño esperado, en el que muchos vieron al Mesías ansiado?


Te invito a dejar tu mail al final de ésta publicación.
Empezaré enviando las dos primeras partes "El que ha de venir", "Yo soy.", en formato pdf.
Posteriormente, (prometo será en el transcurso de Agosto) haré la reseña de la tercera parte y un nuevo aviso para el respectivo envío por mail.

Gracias por tu paciencia, gracias por haberme seguido en estos casi tres años.
Gracias por leerme.
=)



Dicen...



Me han dicho que, una forma de hacerle freno a las emociones es el silencio.
Que a veces es prudente callar. 
Actuar con inteligencia suficiente para no desnudarte completamente frente al destinatario de tus sentimientos. 
Ese tipo de inteligencia es de la que yo carezco.

Me han dicho que debo ser más razonable y menos pasional en mis acciones.
Que eso, finalmente, me llevará a la ruina. 
A veces la pasión te juega más en contra que a favor. 
Lo que nadie ha sido capaz de adivinar, es que toda mi vida está guiada por la pasión. 
Aniquilarla equivaldría a matarme a mí misma. 

Dicen que la forma de desahogo más exitosa es la  terapia de escribir. 
-¿Sera por eso que yo he llenado páginas y páginas de cuadernos, diarios y agendas a lo largo de mi vida?-
Para mí escribir no se siente suficiente.
Hace falta un compañero, una mano amiga… un oído ansioso por escuchar.
Un hombro dispuesto a ayudarte a caminar con tu bulto de emociones. 
Hace falta alguien en quien confiar. 

Dicen que cuando el estrés, la rutina, el cansancio y la incertidumbre apremian, 
es bueno respirar hondo y continuar. 

Aunque no sea lo correcto; a veces yo creo que mejor sería escapar. 






La tristeza suele tocar a mi puerta en Junio...

Casi a las puertas del fin de semana; llego a la conclusión de que ésta ha sido una semana.... emocionalmente difícil. 

El Invierno se ha declarado con fuerza y me da la impresión de que con él... y la muerte del Sol, y la palidez del cielo... y el frío del aire; todo se vuelve mas.... sombrío.
Hasta los sentimientos. Mas aún si se trata del mes de Junio.
Es Junio, y para mi Junio es triste. 
La segunda semana de Junio es triste. 
No me gusta el mes de Junio.  

Pensar en Junio, y en los acontecimientos que trae consigo, me arrastran por una montaña rusa de emociones tan rápidas que no le permiten a mis pies seguirle los pasos. 

A pesar de los años... quién que no tenga un poco de corazón no se enternece, o siente la envidia punzante, o la opresión en el corazón por aquello que no pudo tener... de ver a alguien más abrazando a su papá... o aquellos que por destino, o por suerte... pueden contar en su libro de vida con recuerdos felices; de una mano firme y acogedora sobre sus hombros, de la sensación de seguridad que la figura de un padre amante suele dar .. ¿Quién no?
Bueno, yo soy una de ellas. 

Aunque en el contexto en el que vivimos ya estamos acostumbrados a familias disfuncionales (me refiero a familias que no están dentro de lo que en algún momento se consideró "estándar"); seguramente deben existir personas que, como yo, aun cuando hayan alcanzado la edad adulta y cierto nivel de madurez; añoran esa presencia. Aunque solo sea por el placer de contar con alguien con quien en determinado momento, puedas sentirte como un niño. Como que los años no pasan... como que aun puedes ser feliz.

Si bien no extraño la presencia del mío; amaría... realmente moriría por tener a alguien a quien abrazar este Domingo. En lugar de eso... abrazaré a mi madre, y suspiraré hacia el cielo. Como quien es consciente de que aquello que deseó nunca se formó.

Es Junio, pero ya casi termina. 
Acábate Junio, ...aleja la tristeza de mi puerta.


*... Si me estás leyendo en éste momento... y la vida te regaló la suerte de tener un papá de los buenos... No importa que edad tengas. Abrázalo... dile que le quieres. 
Deja los prejuicios a un lado. 
Olvídate de tu edad y la vergüenza por un momento.
Sé feliz. 









Versos de Invierno: Caminando mi primera ruta literaria...




En lo improvisado de una tarde pueden pasar cosas maravillosas...




................


No. No extraño nada de ésto.

De pie frente a ti, 
he podido rascar en lo profundo de mi corazón;
descascarar esa costra bajo la cual oculté mi fe,
y no lo extraño.

Quizá y por momentos la nostalgia 
se disfraza de añoranza e intenta confundirme.
Pero hoy aquí, 
entre la penumbra
el silencio de mi mente,
sintiéndome pequeña como un punto de arena
en la profundidad de la nave central,
ser insignificante en la magnificencia de la Basílica gigante
me doy cuenta, 
me confirmo en mi certeza de que no lo extraño.

No extraño la vida que que viví entre sus muros,
No me duele la vida que dejé.
No estoy arrepentida de haberte extirpado. 

Fuiste mi hogar,
pero ahora eres pasado.
No me entristece haber elegido que seas parte de mi pasado.


4:36 pm. 
Basílica de San Francisco. 
Mi casa una vez.

.......................


Es invierno en la ciudad.
Hace frío, 
casi puedo ver jugar al viento en lo alto de las escaleras.
Las palomas vuelan
y los recuerdos llegan.

Llegan los recuerdos, 
llegan sin dolor. 

Con las heridas secas, 
las cicatrices borradas en el tiempo;
caigo en la cuenta de lo mucho que cambié
desde esa lejana última vez.

Tu, yo, ella;
mi corazón desmigajado.

No soy la misma que, destrozada, 
abandonó la plazuela aquella vez.
Mi alma encontró sus trozos de a pocos,
a fuerza de golpes y alegrías, 
entre sonrisas y lágrimas.
Mi alma esta completa. 

Ya puedo sentarme aquí de nuevo, 
sin que me asalten los recuerdos;
sin una lágrima
sin deseo de autodestrucción.
Ahora puedo tocar tu recuerdo
y no me duele más.

Esta terminado.
El frío, las aves, la gente...
el aroma a comida caliente en invierno
me ha dado el valor de cerrar nuestra historia.
Y de empezar a construir mi propia historia. 


04:57 pm
Despidiendome de la plazuela franciscana
...y sus recuerdos. 

....................

Comprendo por que amaba tanto este lugar.
Por que solía ser el último destino de mis viajes literarios,
mis excursiones matutinas por la ciudad.

Aquí nacieron mis mejores trazos, 
mis primeros versos adolescentes.
Todo éste lugar exhala recuerdos...
de ti, de mi, de toda la ciudad.
Desde aquí es sencillo ser feliz.

Aquí no hay nada mas que un libro, 
puestas de sol, 
lápiz y carboncillo,
páginas blancas por llenar.
Anhelo de mi corazón, 
paz.

Aquí he sido fiel a mis sueños...
a todo lo que me daba ilusión.
Aquí siempre pude ser yo, 
con mis pasiones y fantasías
... siempre yo. 


05:12 pm
Parque La Muralla. 
Rosa Linda con la vista refrescada de recuerdos. 


....................

Todo se ve mas polvoriento que en mi recuerdo.
El cielo, las torres,
las campanas minúsculas desde esta vista.

Todo se ve más viejo que en mi recuerdo.
Debe ser que también mis ojos se han vuelto viejos.
Y mi alma más seca.

Debe ser que la vida se ha vuelto vieja.
Y que la vida ha cambiado para mí. 
Debe ser que la vida me ha cambiado...

Debe ser el Invierno.
Que me siento Invierno,
que soy el invierno. 


05:21 pm
Puente de madera.
Reencuentro con la vista tantas veces vista.

.....................

 Habías de ser mi última parada
y el golpe de gracia que rompería el dique
de mi contenida emoción. 
¿Por qué bajo el refugio de tus muros
es mas fácil llorar?
Díselo a mis ojos ahora que las lágrimas
fluyen ardientes en mis mejillas;
calientes en contraste con el frío de mi cuerpo, 
reparadoras al final de la tarde.
Dime por qué en el cobijo de tu suntuosidad
me es más fácil quebrar la coraza de mi fe. 

Muchas de mis lágrimas quedaron en tus entrañas,
ahogados mis suspiros en tus ojos vacíos;
mis súplicas dormidas, 
en cada friso, 
cada dorado, 
cada fresco en la pared. 

Dime por qué mis letras se rinden cuando hablo de ti. 
Por qué me siento tan segura dentro de ti.
Tienes mas pedazos de mi vida
entre tus lozas de ajedrez
que yo guardados en mis libros,
mis cuadernos atiborrados de versos,
en mis propios recuerdos. 

El invierno de mi corazón no se siente si estoy en ti. 
No si estas vivo dentro de mi.


05:48 pm 
Bañada en lágrimas:
última parada de mi ruta literaria.

....................

Es Invierno. 
Domingo de Invierno.
Me fusiono perfectamente con el Invierno. 
Está en mi. 
Me hace feliz. 

Mis mejores recuerdos sucedieron en Invierno.
Todo a mi alrededor es invierno:
La muerte de la tarde
el viento
las bancas de la plaza pequeña.
Los gallinazos en los altos del techo...
el aire que respiro.
La vida misma es invierno.

Una tarde de invierno. 
Un domingo de invierno. 
Una noche de invierno. 
Una escritora novata, a solas... con el frío del invierno.
Invierno. 

05:58 pm
La ruta literaria ha terminado.


Congoja.



Deben de haber días en que, en algún rincón del mundo, 
alguien se siente como enfermo desahuciado. 
Días en que alguien se siente al borde mismo 
de la muerte y el desamparo. 
Alguien que se siente solo.
Abandonado en el manglar del delirio descubierto por Gabo.
Alguien con deseo de extinguirse. 

Alguien con ganas ardientes de extraerse los ojos, 
de borrarse la mente, 
de cauterizarse el corazón.
Alguien en el mundo debe existir que sienta la misma pena interminable que yo.
Alguien cansado de amar, 
de odiar, 
De respirar.

Un soldado cansado de la guerra en tierra arrasada,
Un valiente que se rebele ante la lucha vana contra la corriente.
Alguien que necesite el calor de un abrazo, 
Alguien desesperado por protección.

Alguien que tenga el pecho de plomo derretido.
Alguien que no quiera sentir nada, 
alguien que no pueda sentir más,
alguien que ya no pueda más.

Debe haber alguien en el mundo que se sienta así,
 desgraciado… como yo. 




Él y yo..




¿Recuerdas el lugar?
Era Noviembre, domingo... aún hacía frío. 
Era una de esas tardes en que se quiere todo y nada a la vez. 
Yo era un punto rosa en medio de la multitud ansiosa,
deseosa de un autógrafo...
Quizá de una foto. 

Una mirada furtiva, 
un tropezón ... 
"Cielos, no puedo tener tan mala suerte"
-pensaba-.
No podía imaginar que aquel era el principio del final.
Mi legendaria aventura en busca del amor estaba por terminar. 

...

Somos semejantes y diferentes a la vez:
Tú, a veces tan extrovertido, 
yo casi siempre tan introvertida que exaspera.
Mas cuando estamos en sintonía... 
los planetas de mi Universo se encuentran.

Eres todo y eres nada. 
Eres brisa fría en una tarde soleada, 
eres atardecer rojo a orillas de la playa.
Eres fotografía que devoran mis ojos ansiosos.
Eres paz y eres tempestad, 
estado de calma y momentos de agitación... 

Eres mi bien.
Refugio cálido donde descansar...
Eres aquello que no sabía que buscaba:
No como debía haber sido, 
no como habría querido... 
pero habías llegado. 
Pasado el sendero de las rosas, las espinas;
te había encontrado...
¿Cómo podía dejarte pasar si había reconocido en ti la mitad que mi alma solía buscar?

...

El tiempo ha pasado...
"Somos libres?" -apenas me atreví a preguntar.. 
"Somos libres... pero hay que tomárnoslo con calma."

Una sonrisa florece de a pocos...:
Mis ganas están desesperadas por anunciar que nos pertenecemos.
Sin embargo, esta noche dejaré a la razón ganar:

La dama pensante reina en mi.
Sueña. Dulce y calmada... 
en el inquietante silencio de la madrugada...











Tiempo

El tiempo es mi amigo y mi enemigo.
A veces me ama, 
a veces me odia,
a veces me da la razón.

El tiempo me susurra al oído el lenguaje de la inspiración,
me dice la palabra exacta, 
el verso preciso, 
inesperadamente, me da en la yugular;
pero por momentos yo no quiero escucharle. 
Le doy la espalda,
me acomodo en los suaves laureles de mi rutina.

Y el grillo canta de noche en la cocina, 
y barre la escoba.
Tengo los ojos perdidos en algún infinito.

Mis manos resecas,
el trapo hacendoso, 
concentrado en esa mancha de grasa, 
en el polvo ligero..
Y el tiempo me sigue de cerca,
me pisa los talones, 
y yo no le hago caso...




Tiempo.


Mi bienamado tiempo
me ha zarandeado hasta el cansancio,
me ha dejado exhausta:
a veces satisfecha, 
a veces descontenta. 

Amante inconstante, 
Ése mismo que un día me ama,
al siguiente me desarma.

Ha dejado sus huellas despiadadas 
en mi carne lacerada.
Ha moldeado mi anatomía:
ha tensado unas partes de mi cuerpo,
ha aflojado la dureza de mi vientre. 
ha aumentado unas libras de más.
Ha hecho de mí una mujer promedio:
Ordinaria y pocas veces bonita,
Aguda pero no atractiva.

Ha dejado huellas negras por debajo de mis ojos, 
Ha quebrado mi columna deformada,
mis hombros caídos, 
mis pies cansados,
ha sembrado vellos de más en lugares de menos. 

El tiempo se ha servido de mi cuerpo
como tropa en tiempos de guerra, 
cual huracán arrasador, 
cual invierno siciliano;
Ha llegado, ha visto y ha vencido... 


Ese amante irregular
a quien alguien llamó tiempo, 
preparó la tierra de la que nació la semilla de mi ser.
Es él quien enreda y desenreda los hilos de mi destino. 





He ahí la razón.
Ésa es la razón por la que yo le amo. 



Sueños... ¿perdidos?..., ¡Qué va!.

A veces pienso que la vida suele ser un tanto selectiva en cuanto a la repartición de oportunidades.

Me veo a mi misma, en las nebulosas formadas en mi cerebro; en mis primeros días como catequista, queriendo cultivar mi vida espiritual; mis días de postulante al Cuerpo de Bomberos… los muchos malos ratos, los momentos de impotencia ante el trato petulante de ciertos superiores, mi decepción al saber que fui la única de 11 chicos en no pasar las pruebas; mi insistencia en el segundo intento, mi alegría incontenible al pasar la prueba ya negada… mis días como alumna vestida de rojo. La impotencia ante la incomprensión de muchos que, no querían o no alcanzaban a entender que el tiempo que entregada, aunque a retazos, era una de las partes mejores de los instantes que podía robar entre trabajo, universidad y familia. Mi esfuerzo por llevar a la perfección las complicadas posturas de Ballet; mi sueño de llegar a ser bailarina profesional a pesar de mi edad.

Todos mis sueños truncados, los obstáculos insalvables, momentos que me fueron robados, y aunque distantes,  me dejan un sabor agridulce en la boca al mirar hacia atrás por lo que quise y no fue, por lo que en su momento resultaba todo en mi vida. Puede que no haya alcanzado muchas veces mis metas, pero la misma vida que por momentos es cruel, los años transcurridos y la madurez ganada conforme se perdieron mis sueños en los recovecos del tiempo, me enseñaron que así como unos episodios se cierran, una nueva historia comienza; y entonces los sueños, anhelos y aspiraciones, como la vida misma, empiezan a evolucionar...

No por nada existimos... nacimos para ser pensantes, luchadores...  tenemos un instinto de supervivencia y tozudez que nos distingue de otros seres mortales que comparten nuestro mismo suelo. Renovamos nuestra fuerza, nuestros sueños… esperanzas y paciencia día a día. Ninguno es igual.
Despertamos pensando en que quizá “ésta vez sí será mejor” “hoy quizás y lo consiga” aunque ello se cobre el alto precio de la desesperanza en algunos días; ésos en que nada importa, en que no deseamos ni existir; en que el mundo se muestra complacido en tragarnos.

No todo está perdido.



Aun cuando la vida no nos haya conducido por el camino que habíamos trazado en un principio, me queda la certeza de que… a pesar de todo, los seres humanos tal y como somos, aun no estamos del todo perdidos. Hay muchas cosas que aún no podemos explicar, hay situaciones que no podemos controlar, pero aun a pesar de eso, sé que mientras haya al menos un solo ser humano, en algún recóndito rincón del mundo, dispuesto a despertarse con las ganas de “comerse” al mundo a bocados, a la terca vida sin importar los obstáculos que tenga que saltar, de hacer de su día, y el de los suyos, un día mejor… entonces habrá esperanza.

¿Sueños perdidos? …Para nada.
Aún tenemos mucho por que esperar, mucho camino por andar…. Aún hay mucho por que luchar.




... mis ideas

Las ideas desfilan por mi mente; y vienen y se van, llegan y se asientan... mudan y regresan a la velocidad de un parpadeo.

Y yo me siento prisionera de mis ideas.

A veces, ellas me dicen que he encontrado el camino. Otras tantas me desvían de él…

En repetidas ocasiones me llevan hacia un lado, tiran de mí hacia el sentido contrario, y me regresan a mi ubicación del principio y me dejan mareada. Sin saber por dónde vine o hacia donde creía dirigirme.

Y en esos momentos soy esclava de mis ideas.

Más de una vez me han conducido hacia lugares equivocados, han hecho entrar en mi vida a las personas incorrectas, y otras muchas, me han arrastrado a la corriente de la existencia de algunas que, se volvieron mías para siempre.

Entre senderos que se bifurcan, mis propias ideas me han vuelto loca, han agitado mi paciencia. Han hecho de mi lo que soy.

Soy fuerte y débil a la vez.
Soy obsesivamente persistente cuando una idea se mete en mi cabeza.
Soy apasionada hasta la idiotez.
Soy capaz.
Soy soñadora.
Soy frágil.

Soy un simple mortal que ha entendido que, no ha sido el destino, sino sus propias decisiones las que le han posicionado en el preciso lugar, momento, contexto, y papel que desempeña en esta enorme representación de la vida en la que todos formamos parte protagónica, principal o secundaria...

Soy yo.

Esto es lo que las ideas han hecho de mí.

Nada.

Aun no es invierno, pero el día está particularmente frío.
Frío como mi alma esta mañana, 
Y yo, no siento nada. 

El día está tan frío como mi alma, 
que no siente nada, 
no necesita nada,
no espera nada. 
Y yo, no siento nada. 

Ha sido el frío… por la noche,
de madrugada.
El frío de la madrugada ha penetrado en las celdas de mi alma cansada:
Los sueños de sangre, 
almas desgarradas, 
niños muertos, 
parejas demoníacas,
me han dejado extenuada.
Y yo, no siento nada. 

El corazón petrificado ha dejado de latir: 
Hielo de la noche;
oscuridad de madrugada, 
opaco de la mañana, 
gris entre mis sábanas.

Yo, no siento nada.