Aun no es invierno, pero el día está particularmente frío.
Frío como mi alma esta mañana,
Y yo, no siento nada.
El día está tan frío como mi alma,
que no siente nada,
no necesita nada,
no espera nada.
Y yo, no siento nada.
Ha sido el frío… por la noche,
de madrugada.
El frío de la madrugada ha penetrado en las celdas de mi alma cansada:
Los sueños de sangre,
almas desgarradas,
niños muertos,
parejas demoníacas,
me han dejado extenuada.
Y yo, no siento nada.
El corazón petrificado ha dejado de latir:
Hielo de la noche;
oscuridad de madrugada,
opaco de la mañana,
gris entre mis sábanas.
Yo, no siento nada.
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