09/04/2013
...Y trato de
seguir con mi rutina para no extrañarte.
Para no
sentir que no estás,
No quiero
pensar en lo mucho que te extraño
Y en lo
vacío que se siente el espacio sin ti.
Trato de
ignorar que te extraño para no sentirme vulnerable.
Para ignorar
el mudo dolor dentro de mis entrañas
para acallar
la voz que a gritos me recuerda que no estás.
Porque no
es lícito que sienta de esta forma
No me está
permitido que te necesite de esta manera.
No es
necesario, no me hace bien;
Y me aleja más
de ti.
Y para
estar cerca de ti,
me he
convencido de no extrañarte,
de no
pensar en ti, y en que no estás.
Puedes
estar, o no... que mas da.
Eso no
evitará que te extrañe.
Al fin y al
cabo... estás aquí.
¡Te vuelvo
a ver!
Por fin
estás aquí, eso basta para calmarme
Para mitigar
mis ansias.
Y ahora…
Ahora solo puedo
fingir
—miserable
de mí —
Que los
minutos no se hicieron horas,
y las horas
eternidad.
Ahora debo
luchar para que no puedas adivinar
por mis gestos,
cuánto te he extrañado.
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