Tengo ansias de infinito.
Hambre del cielo, de la lluvia y de los rayos del Sol.
Del aire puro de las montañas y la exuberancia de la naturaleza.
Del sabor a flores silvestres y sueños dulces como miel de abejas.
Tengo ansias de existencia verdadera.
Y que cada exhalación de mis pulmones
se convierta en el grito huracanado que traiga
esperanza y transformación.
Tengo ansias de no ser.
De extinguirme.
Dar vida con mi vida.
Y que cada partícula de mi ser se transforme en arroyo y humedal.
En desierto y oasis.
En agua y sal.
Tengo ansias de fundirme con la Tierra entera,
de ser vida.
Madre naturaleza.
Quizá entonces pueda sentir la utilidad de mi existencia.
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