"Quizá los que fueron bendecidos con el don de escribir también fueron condenados a vivir sin amor."
Los días, semanas, y meses desde que empezó el 2013 han sido, para mi, materia de muchos descubrimientos. De emociones intensas y demasiadas en un tiempo demasiado corto. Y todo ello en conjunto me ha arrastrado a la triste conclusión mencionada al principio.
No me considero escritora, pero.. al menos, siento que de algún modo -Dios, o quizá la vida- me dotaron de esa cualidad... condición que he aceptado, y abrazado con pasión. Amo escribir... amo como las ideas se amontonan de repente, sin previo aviso, en mi mente.. y amenazan con romper el dique que tantas veces he levantado entre mi realidad y mi genio literario, que amenaza sofocarme.
Sin embargo, y luego de sondeo casi general... he descubierto que el desamor, es la condición de toda persona destinada a este bendito afán, y no se si eso nos vuelve especiales -aunque sí diferentes- .. no se si eso nos hace benditos, o nos marca para siempre.. nos condena a vivir estigmatizados en un mundo donde todos parecen encontrar el sentimiento anhelado desde tiempos inmemoriales.
¿Sera que sencillamente no nacimos para sentirlo?
Quizá nacimos malditos..
Estamos en capacidad de ver el amor, de percibirlo y definirlo en sus incontables matices (aunque para gran parte del mundo aun resulte incomprensible) ...lo conocemos! .. quizá por que nuestro pedestal se encuentra a alturas mucho mas elevadas que las del mismo amor, y entonces, podemos contemplarlo, y describirlo, en su máxima extensión....
Sin embargo, a la altura a la que nos encontramos, nos es imposible saltar hacia él, porque, corremos el alto riesgo de que la tierra ceda bajo nuestros pies, y caemos...; de hecho, lo hacemos... caemos al vacío, y entonces las heridas son profundas, y dejan huellas que, más que obligarnos a aprender, nos arrastran más hacia ese insano interés; al deseo convulso de aferrarnos a algo para lo que somos negados... por que necesitamos creer; necesitamos sentirnos mortales también.
Necesitamos experimentar, aunque sea por un corto momento, sus delicias... necesitamos -y ansiamos- llenarnos de él, para darle así un nuevo matiz en la superficie del papel...
a fuerza de lágrimas, bolígrafo y añoranza.
...Nacimos negados, pero aún con eso, necesitamos amor.
No me considero escritora, pero.. al menos, siento que de algún modo -Dios, o quizá la vida- me dotaron de esa cualidad... condición que he aceptado, y abrazado con pasión. Amo escribir... amo como las ideas se amontonan de repente, sin previo aviso, en mi mente.. y amenazan con romper el dique que tantas veces he levantado entre mi realidad y mi genio literario, que amenaza sofocarme.
Sin embargo, y luego de sondeo casi general... he descubierto que el desamor, es la condición de toda persona destinada a este bendito afán, y no se si eso nos vuelve especiales -aunque sí diferentes- .. no se si eso nos hace benditos, o nos marca para siempre.. nos condena a vivir estigmatizados en un mundo donde todos parecen encontrar el sentimiento anhelado desde tiempos inmemoriales.
¿Sera que sencillamente no nacimos para sentirlo?
Quizá nacimos malditos..
Estamos en capacidad de ver el amor, de percibirlo y definirlo en sus incontables matices (aunque para gran parte del mundo aun resulte incomprensible) ...lo conocemos! .. quizá por que nuestro pedestal se encuentra a alturas mucho mas elevadas que las del mismo amor, y entonces, podemos contemplarlo, y describirlo, en su máxima extensión....
Sin embargo, a la altura a la que nos encontramos, nos es imposible saltar hacia él, porque, corremos el alto riesgo de que la tierra ceda bajo nuestros pies, y caemos...; de hecho, lo hacemos... caemos al vacío, y entonces las heridas son profundas, y dejan huellas que, más que obligarnos a aprender, nos arrastran más hacia ese insano interés; al deseo convulso de aferrarnos a algo para lo que somos negados... por que necesitamos creer; necesitamos sentirnos mortales también.
Necesitamos experimentar, aunque sea por un corto momento, sus delicias... necesitamos -y ansiamos- llenarnos de él, para darle así un nuevo matiz en la superficie del papel...
a fuerza de lágrimas, bolígrafo y añoranza.
...Nacimos negados, pero aún con eso, necesitamos amor.
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